Nueva Zelanda: Trabajar por primera vez en un tambo
Si sos de las personas que lo más cerca que estuvieron de una vaca fue a través de un vaso de leche, entonces te va interesar saber algunos tips acerca de cómo es trabajar en el tambo por primera vez en Nueva Zelanda. Hay que tener en cuenta que cada tambo tiene su propia organización y su clima laboral por ende las condiciones de trabajo suelen variar de un lugar a otro. Así es que escucharemos muchas opiniones diferentes de este trabajo, algunos lo odian, otros, lo aman. ¿Es duro trabajar en un tambo? Esta es una pregunta muy general y sus respuestas son muy relativas. Si duro le llamamos a levantarse todos los días o usualmente muy temprano (4am), pasar frío o calor y utilizar nuestro cuerpo para tareas de fuerza, entonces podríamos decir que sí. En un tambo usamos tanto la fuerza física y de voluntad para cada…
Comunidad latina – Culverden, Nueva Zelanda
[dropcap]C[/dropcap]erca de cumplir un año en Nueva Zelanda, hemos parado a pensar cuanto hemos vivido en este bello país, lo bien que nos ha recibido, lo cómodos y seguros que siempre nos hemos sentido. Además de llevarnos paisajes mágicos y recuerdos de experiencias increíbles, también guardamos en nuestro corazón a personas que han marcado momentos importantes en nuestro viaje. Particularmente, estos últimos meses en los cuales continuamos trabajando en el campo, en la ciudad de Culverden, han sido muy especiales, y esto es gracias a las personas que hemos conocido aquí. Culverden en una pequeña ciudad en la región de Canterbury, en la isla sur de Nueva Zelanda, se encuentra al norte de la ciudad de Christchurch. Paisaje típico de Culveden Aquí, la mayoría de la gente trabaja en los tambos de la zona. Esta ciudad, tiene aproximadamente tan solo 500 habitantes, entre los cuales una interesante comunidad latina viviendo aquí,…
Encuentro con delfines salvajes – Kaikoura
En Kaikoura por segunda vez… [dropcap]C[/dropcap]omo corresponde, decidimos cerrar nuestro año a lo grande y regalarnos lo que más nos gusta hacer: interactuar con la naturaleza. Es así, que estando tan cerca de una de nuestras ciudades preferidas en Nueva Zelanda, nos hicimos una escapada de 2 días a Kaikoura y optamos entre tantas otras actividades que hay aquí, nadar con delfines. Ciudad de Kaikoura La primera vez que estuvimos en Kaikoura, en el mes de julio, solo habíamos tenido la oportunidad de ver lobos marinos por toda la ciudad. Como en ese momento, estábamos en un estricto plan de ahorro, no quisimos gastar mucho dinero y postergamos entre otras cosas, nadar con delfines. Esta actividad tiene un costo de $170nzd por persona, una duración de 2 horas y media desde que empieza el tour hasta que termina. Ya con el clima más cálido del mes de diciembre, decidimos reservar…
Queenstown – Una ciudad que no queres dejar…
[dropcap]Q[/dropcap]ueenstown es lo más parecido a la ciudad de Bariloche (Argentina) que encontramos en Nueva Zelanda. Si hay una ciudad de Nueva Zelanda donde uno puede hacer muchas actividades, y en consecuencia, gastar mucho dinero, esa ciudad es Queenstown. Fueron tan solo 3 días de mini vacaciones en este increíble lugar sin embargo tenemos tanto para contar como para mostrar. Llegamos a Queenstown después de dejar nuestro trabajo de Gore un miércoles por la tarde. Estábamos en el estacionamiento de la biblioteca de Gore, comiendo unos sanguchitos y debatiendo que hacer. Después de una mañana entera de enviar mails buscando trabajo por la zona, teníamos que tomar la decisión de a donde ir hasta encontrar trabajo, entonces dijimos… “no olvidemos que estamos viviendo nuestro viaje así que vamos a la ciudad donde podamos sentir esto… ” fue entonces que terminamos en Queenstown. Para quienes no están en Nueva Zelanda, les…
Seis meses lejos de casa…
Se cumplen seis meses lejos de casa, de aquel día que despedí a mi familia, amigos y animales, tomando rumbo hacia el lugar que no quería imaginarme demasiado como seria, Nueva Zelanda. Hacia muchos años que algo interno me pedía mas, animarme a salir de la burbuja del sistema y asomarme a ver que había en ese mapa que tantas veces estudie. Por una cosa o por otra, el salir y tirarse al mundo iba siendo postergado. Ya quería dejar de imaginarme las clases de historia y ver si aquello que los medios me decían del mundo era cierto. También, comprobar por mi misma que tan diferente seria mi vida si dejara de tomarme el colectivo de casa al trabajo, del trabajo a la facultad o algún curso y de ahí nuevamente a casa. Un día importante en mi vida, desperté y me di cuenta que no hay edad para…