En Kaikoura por segunda vez...
[dropcap]C[/dropcap]omo corresponde, decidimos cerrar nuestro año a lo grande y regalarnos lo que más nos gusta hacer: interactuar con la naturaleza. Es así, que estando tan cerca de una de nuestras ciudades preferidas en Nueva Zelanda, nos hicimos una escapada de 2 días a Kaikoura y optamos entre tantas otras actividades que hay aquí, nadar con delfines.
La primera vez que estuvimos en Kaikoura, en el mes de julio, solo habíamos tenido la oportunidad de ver lobos marinos por toda la ciudad. Como en ese momento, estábamos en un estricto plan de ahorro, no quisimos gastar mucho dinero y postergamos entre otras cosas, nadar con delfines.
Esta actividad tiene un costo de $170nzd por persona, una duración de 2 horas y media desde que empieza el tour hasta que termina.
Ya con el clima más cálido del mes de diciembre, decidimos reservar vía internet dos tickets en la página de «Encuentro con delfines». Al día siguiente sin muchas vueltas, partimos a la ciudad de Kaikoura, a 100km de Culverden (lugar donde actualmente estamos trabajando).
Kaikoura, nos recibió muy bien, pero con algunas diferencias respecto al mes de julio: montañas con poca nieve, casi no vimos lobos marinos y un clima veraniego que nos permitió disfrutar más de sus playas.
El primer día en este mágico lugar, lo destinamos a hacer lo que comúnmente se denomina NADA. Nos acostamos en la playa, que curiosamente no es de arena, sino de cómodas pequeñas piedras (canto rodado gris) que se amoldan al cuerpo y nos permiten dormir eternas siestas, también, y sin perder nuestra costumbre argentina, para tomar unos ricos mates.
Al mágico encuentro…
Al día siguiente, a las ocho de la mañana, fuimos a Encounter Dolphins donde habíamos hecho la reserva para nadar con estos mamíferos marinos. Allí nos equiparon y nos dieron una pequeña charla acerca de como seria el encuentro con estas maravillosas criaturas. Nos explicaron que al ser delfines salvajes y no estar amaestrados ni alimentados por el hombre, no pueden asegurarte que los vayas a ver ni que quieran relacionarse con nosotros. Esto le dio el gustito que a nosotros nos gusta y es que la naturaleza nos sorprenda cuando tenga ganas.
Así es que rogando que los delfines quieran divertirse de los humanos, subimos al bote con nuestro equipo de snorkel y comenzamos la búsqueda.
El sistema es el siguiente, el capitán del bote se adentra en el océano y sin mucho apuro, comienza a buscar a los delfines. Una vez que los encuentra, suena un timbre y todos rápidamente debemos tirarnos al agua, cerca de la zona y comenzar a nadar. Si los delfines se mueven, y se van a otra zona, todos nos subimos al bote nuevamente y vamos a buscar al mismo grupo u otro de delfines. Cuando los encontramos, nuevamente suena la campana y todos al agua. Esta repetición, por ley, se puede hacer sólo 5 veces. O sea que son la cantidad de veces que uno se tira al agua, y vuelva a subir. Esta actividad esta regulada, justamente para no perturbar a los animales.
A partir de que comenzamos a navegar, el capitán no tardo más de 20 minutos en encontrar a los delfines.
Yo me preguntaba ¿cómo hará este señor para encontrarlos tan fácilmente en el inmenso océano?. Y la respuesta esta en que cuando aparecen, no se ve un delfín, se ven cientos! . Ahí es cuando comienza a latir fuerte el corazón y queremos saltar todos del bote aunque la campana no suene.
Los delfines comienzan a acercarse solos al bote, a seguirnos, a jugar y uno se pone muy ansioso.
Pero respetando las reglas, el bote apago su motor entre los cientos de delfines y es ahí cuando todos saltamos al agua y comenzamos a hacer snorkel. La recomendación que nos dieron es que siempre miremos hacia abajo (o sea que no busquemos a los delfines por arriba del agua), y que hagamos ruidos extraños, ya que como a ellos les genera supuestamente curiosidad se acercan.
Así es, que todos los humanos nadando como peces, haciendo ruidos locos les brindamos un show a los delfines… Ellos se movían rápidamente entre nosotros, nos saltaban, nos rozaban sin llegar a tocarnos, realmente algo mágico.
Como la visibilidad del agua no era muy buena, mientras hacíamos snorkel solo veíamos todo turquesa y a los delfines que se cruzaban por delante nuestro como si fuese una filmación.
Fue difícil tomarles muchas fotografías, ya que se movían velozmente y aparecían sorpresivamente, pero hemos logrado captarlos:
Estas criaturas, están constantemente en movimiento y son cientos. Es así que los disfrutamos un rato, y luego nos subíamos al bote, a ir a buscarlos a otra zona. Después de las 5 veces que nos tiramos a hacer snorkel, permanecimos en la navegación disfrutándolos desde arriba del agua. Cientos de delfines nadando todos juntos, saltando e interactuando entre ellos.
Lo interesante es que ellos manejan el contacto con el humano, deciden si acercarse o no, si interactuar nada, poquito o mucho. Realmente uno los ve en estado natural. Una experiencia mágica al igual que lo es la ciudad de Kaikoura.
Así fue que Nueva Zelanda nos volvió a regalar naturaleza en su máxima expresión. Agua fría, delfines por doquier, Albatros (ave característica del país) y un espectáculo muy difícil de olvidar.
Ya volviendo, recordábamos al grupo de humanos nadando y haciendo ruidos debajo del agua y nos preguntábamos ¿Somos nosotros quienes disfrutamos del show de los delfines o son los delfines que disfrutan de los humanos al vernos en el agua haciendo ruido y tratando de nadar como un pez?
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JAJAJJA HERMOSA EXPERIENCIA!!! PERO PAGO POR LA FILMACION DE LOS HUMANOS HACIENDO PAYASADAS!!!
ESTO ES HERMOSO, IMPAGABLE, QUE BUENO QUE LO HAYAN HECHO… ES NATURALEZA PURA AL SERVICIO DE LA VISTA HUMANA!!
ES UN SUEÑO DE MUCHOS REALIZADO POR POCOS, BUENÍSIMO!!!
me gusta !!!
Increíbles esas imágenes!!!
Que hermosa experiencia!!! No me imagino lo increible que debe haber sido. Son criaturas muy bellas (los delfines claro..:P) y como comentaron mas ariba que gracioso deber haber sido escuchar esos ruidos graciosos que hacian ustedes jajaja
que bella experiencia.. y que bueno poder disfrutar a traves de uds..
Ayyyyy, qué lindooooo!!! Mi sueño hecho realidad! Y sin encerrar ni lastimar a los delfines. Increíble experiencia, no? Saben si se hace lo mismo en otra parte del mundo? Y curiosidad: muy cara la excursión?
Hola Karina! Creemos que lo mas lindo de esta experiencia es verlos en libertad!!. Sabemos de varios lugares en el mundo donde se puede nadar con delfines, pero no estando ellos en libertad.
En el sur de Argentina, por ejemplo en Puerto Madryn pueden avistase delfines en libertad en lancha, pero no estamos seguros si actualmente se puede nadar con ellos!. En cuanto hagamos en otro lado vamos a publicarlo. Realmente es una experiencia que vale la pena vivir!.
Un abrazo grande Karina!
Lau y Alvaro